Mediación 28 marzo 2025

¿Por qué la mediación, dentro de los MASC, tiene un mayor impacto en los ODS de Naciones Unidas?

Los Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos (MASC) son herramientas clave para una justicia más accesible, ágil y cercana a las personas. Sin embargo, entre todos ellos, la mediación es el que mayor impacto genera en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Y no es casualidad.


La razón fundamental es una: la mediación equilibra el poder entre las partes.


Para que un proceso de mediación avance, ambas partes deben estar dispuestas a escucharse, entenderse y colaborar en la búsqueda de una solución. No se trata de imponer, ni de convencer al otro desde la posición más fuerte. Se trata de construir juntos. Y para construir, es necesario que las partes se sientan en igualdad de condiciones.


En un conflicto, las personas no siempre llegan con el mismo poder. Una parte puede tener más recursos económicos, más conocimiento jurídico, más capacidad comunicativa, o incluso más experiencia negociadora. Y aquí está la gran diferencia con otros MASC como la negociación directa, donde el que mejor sabe negociar (o el que puede permitirse pagar a alguien que lo haga por él) tiene una clara ventaja. Esa ventaja, lejos de solucionar el conflicto, muchas veces lo profundiza o lo pospone.


La mediación, en cambio, cuida y corrige esas desigualdades. El mediador o mediadora profesional actúa como garante de la equidad del proceso, asegurándose de que ambas voces sean escuchadas y de que ambas partes comprendan sus derechos, intereses y opciones. A través de preguntas, reformulaciones y espacios seguros de diálogo, las partes van ganando poder para decidir. Decidir con conciencia, con responsabilidad y con libertad.


Y ahí es donde la mediación toca directamente los ODS. Especialmente el ODS 16: Paz, justicia e instituciones sólidas, que promueve el acceso equitativo a la justicia y la construcción de sociedades inclusivas. Pero también el ODS 5 (igualdad de género), el ODS 10 (reducción de desigualdades), el ODS 3 (salud y bienestar) y el ODS 8 (trabajo decente y crecimiento económico), porque prevenir y gestionar bien los conflictos reduce el estrés, mejora la convivencia y crea condiciones más justas para el desarrollo humano y económico.


En definitiva, la mediación no solo resuelve conflictos: transforma las relaciones de poder. Las equilibra. Las humaniza. Las empodera. Por eso, si queremos avanzar en los ODS de forma coherente, no basta con promover “la cultura del acuerdo”. Hay que promover la cultura de la mediación profesional, imparcial y transformadora.


Porque como decimos en GIC:

El conflicto no es el problema. 


El problema es no saber gestionarlo. Y si podemos gestionarlo creando igualdad, empatía y justicia, ¿por qué íbamos a elegir otro camino?